Pensaba en el amor amarillo como pensé en el estallido de la mar
Escribí versos tristes cuando imaginé tu reacción después de mi reacción que provocaba alguna otra reacción
Me dormí con tu deleitosa melodía saliendo del mágico personaje que presume
la blancura de sus teclas,
la pureza de sus bemoles
y las cuerdas percutidas esperando vibrar, esperando danzar
Quise fantasear que los dedos, los delicados dedos tocaban para mí
soñé con la brillante sinfonía que me proponía jugar
me invitaba a mirar, a sentir (te) y a sentir (me)
Mezcla de compases que se funden y se retuercen bajo la misma luna teñida de dulzura
energía cósmica que invade la voluminosa sala donde están
los desconocidos deseando conocerse.
Pensaba en el abrigo fulgurante sobre mis hombros, en los brazos lamiendo mis antiguas heridas
en una casualidad no tan casual,
en la transición
el surgimiento de la palabra
y el opaco verduzco de tus ojos,
de tus aniñados y enternecedores ojos.
tus poemas me hacen saltar
ResponderEliminarnunca nadie me hizo saltar así